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En una publicación por salir, elexpresidentebrasileño revela lasresistencias de lossuyos ante la candidatura de Dilma

Lula da Silva ha hecho unas confesiones inesperadas en una publicación que está por salir a la luz. El expresidenteasegura que su partido necesita “reinventarse” y que lecostósudores que lossuyosaceptasen a su candidata a laPresidencia de la República, Dilma Rousseff, en 2010. Lula critica,además, a los partidos que, segúnél, “se conviertenennegocios”.

Estas y otrasconfesionesaparecenenla obra “10 años de gobiernospos-neoliberalesenel Brasil de Lula y Dilma”, que lanzala editora Boitempoel próximo día 13.

Lasafirmacionesdelexpresidentefueronrecogidasenfebreropasado por Paolo Gentile y Emir Sader, organizador éste último del libro en tono de defensa abiertadel Partido de losTrabajadores y con duras críticas a las condenas del Supremo enelprocesodel mensalão.

Quizás por ellollamen más laatenciónlasconfesiones de Lula, un político acostumbrado a sorprender, enlas que afirma que la parte del “PT electoralista” necesitareinventarse, es decir “volver a creerenlos valores enlos que creíala gente y que fueron banalizados con motivo de la disputa electoral”.

Distingue, Lula, entre el “PT de base”, del que afirma que sigueteniendolasmismas características de losaños 80 y que es “exigente y solidario”, y el “PT electoralista”: cuandoun partido “se convierteenun negocio, cuandoenrealidaddebería ser extremadamente importante para lasociedad”.

Más aún, el partido necesitareconvertirse para que la política “no se pervierta más de lo que yalofueenalgún momento” y para que sea capaz de haceralianzassin que ellosuponga una “relación de promiscuidad”.

Algunoshan querido ver en estas confesiones de Lula un eco alprocesodelmensaláoenel que han acabado condenados a cárcelvarios altos dirigentes del PT que lehabíanllevado al poder, entre ellossuexministro y brazoderecho José Dirceu. Y admite que sugobierno y su partido “tuvierontropiezos; muchostropiezos. El 2005 fueunañomuy complicado”.

Se refiere a cuandosaltó a la luz elescándalodelsoborno a políticos y partidos aliados por parte de miembros de su partido. Fueentoncescuando Lula pidióperdón a lanación y aseguró que “había sido traicionado por lossuyos”.

Revela además que fuemuy difícil en 2010 convencer a sus amigos del partido para que aceptaranelnombre de Dilma como candidata a susucesiónenlaPresidencia. “Sóloyo sé lo que aguanté de mis amigos, no de mis adversarios, que me decían: ‘Lula, eso no puede ser. Ella no tieneexperiencia. Ella no esdel ramo’”. Recuerdaahora que lesconvenció sobre lanecesidad de “sorprender a lanacióncon una novedad”: seríalaprimeramujer que llegaría al Planalto. Ganólaapuesta.

Lula, que esapellidadoenel libro de “enigma”, hacetambién una confesión que podrásorprender a muchos. Afirma que élestuvoen contra de la famosa “Carta al pueblobrasileño”, conla que élconvencióentonces al mundo de la empresa y de lasfinanzasasí como a laclase media de que continuaríala política neoliberal de Fernando Henrique Cardoso, controlando lainflación y manteniendoelequilibrio fiscal. “Enella se decían cosas que yo no hubiese querido afirmar, pero hoyreconozco que la carta fue importante”.

Acaba elexpresidente recordando lastresrecetas de éxito de sus dos gobiernos: “probar que era posible aumentar lossueldossindañarlainflación”; “crecerdistribuyendo renta sin esperar crecer para distribuir” y “aumentar el comercio exterior y el mercado interno sincrearunconflicto”.

Ahora que Dilma lucha desesperadamente para contener una inflación que se le ha disparado y para hacercrecer al país con una industriaencrisis, suenanlos nostálgicos que pidenla “vuelta de Lula”.

Élya se ha comprometido a no presentarse. Todo sutrabajoahoraes conseguir lareelección de su pupila. Lula que maneja muybienla política ya ha lanzadounmensaje: “Elegiremos a Dilma enlaprimeravuelta”. ¿Acertará de nuevo?