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El número de negros asesinados en Brasil aumentó un 29,8 % entre 2002 y 2010, en tanto que el de blancos cayó un 25,5 % en el mismo período, según un estudio presentado hoy por la Secretaría de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial de la Presidencia de la República.

En 2002 fueron asesinados en el país 29.925 negros, número que subió a 34.983 en 2010, en tanto que entre los blancos esa relación bajó de 18.867 a 14.047 en el periodo, según el informe elaborado en conjunto con el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos (Cebela) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

El estudio “Mapa de la Violencia 2012: El color de los homicidios en Brasil” muestra que los negros tienen significativamente más posibilidades de ser asesinados que los blancos en un país en que el 50,7 por ciento de la población se declara descendiente de africanos.

Los responsables del estudio consideran que el número de homicidios en Brasil, de 30.269 en promedio por año, es altamente preocupante para un país que carece de conflictos étnicos, religiosos, fronterizos, raciales o políticos.

“Se trata de un volumen de muertes violentas muy superior al de muchas regiones del mundo que sufren conflictos armados, pero lo que más inquieta es la tendencia creciente de esa mortalidad selectiva. Hay una asociación inaceptable y creciente entre los homicidios y el color de la piel de las víctimas”, alerta la investigación.

“La población negra es precisamente la más numerosa entre los pobres en Brasil. Es por lo tanto la población más afectada por situaciones de exclusión y la más vulnerable a la violencia”, dijo a Efe el presidente del Cebela, Jorge Werthein.

Para Werthein, que fue representante de la Unesco en Brasil, como los servicios del Estado no llegan a la población más necesitada, los negros, mayoría entre los pobres, pasan a ser más vulnerables a la violencia y a los homicidios.

Según el estudio, la tasa de homicidios de blancos por cada 100.000 habitantes en Brasil cayó desde 20,6 en 2002 hasta 15,5 en 2010.

En el mismo período, la tasa de homicidios de negros por cada 100.000 habitantes subió de 34,1 hasta 36.

Proporcionalmente, mueren víctimas de homicidio 132,3 % más negros que blancos, lo que significa que en Brasil hay una relación de 2,3 negros asesinados por cada blanco que pierde la vida de esa manera.

“Otro dato significativo es que el motor de esa victimización no es el crecimiento de los homicidios de negros sino la fuerte caída de los homicidios de blancos, lo que nos indica que las estrategias y políticas de seguridad y protección a la ciudadanía inciden de forma diferente en la población según su color”, agrega el informe

El informe reveló además que esa brecha es aún mayor para los negros jóvenes (entre 12 y 21 años).

Mientras que la tasa de homicidios para los negros en general fue de 36 por cada 100.000 habitantes en 2010, para los negros jóvenes fue de 72.

Para Werthein, los datos muestran que, además de seguridad, la educación y la inclusión son otros servicios públicos que el Estado tiene que ofrecer a la población más pobre, en la que los negros son mayoría, para enfrentar el problema.