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El 26 por ciento de las muertes registradas en 2010 entre los adolescentes brasileños fue causada por hechos de violencia, según un estudio divulgado hoy y apoyado en estadísticas oficiales.

Esa tasa supone un aumento del 375,9 por ciento en las muertes violentas de jóvenes que ocurrían hace tres décadas, sostiene el “Mapa de la Violencia entre Niños y Adolescentes”, presentado hoy por Julio Jacobo Waiselfisz, coordinador del estudio e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
El documento, elaborado sobre la base de datos de los ministerios de Salud y Justicia, identifica como “muertes violentas” a las que son consecuencia de asesinatos, accidentes y suicidios.
Según el informe, en Brasil durante 2010 fueron asesinados 8.686 niños y adolescentes (hasta 19 años), lo que supuso una tasa de 13,8 muertes cada 100.000 personas entre la población de esa edad y a su vez representó el 43,3 por ciento del total de víctimas.
Los accidentes de tráfico representaron el 27,2 por ciento de las muertes violentas, mientras que el 19,7 por ciento respondió a otros tipos de sucesos y suicidios.
El “Mapa de la Violencia” hace un estudio comparativo con otras naciones y sitúa a Brasil como el cuarto país más peligroso para los adolescentes, solo por detrás de El Salvador (18 asesinatos cada 100.000 habitantes), Venezuela (15,5) y Trinidad y Tobago (14,3).
También identifica las regiones más violentas del país y dice que el estado de Alagoas (noreste) registra los peores índices, con una tasa de 34,8 muertes cada 100.000 niños y adolescentes.

El informe destaca también algunos casos positivos, como el del estado de Río de Janeiro, que en 2000 era el más violento del país para los adolescentes, con una tasa de 25,9 muertes cada 100.000, que se redujo en 2010 a 17,2.